La mayoría de las personas hemos sufrido mal aliento ocasional pero hay quien lo sufre de manera continua. Según estudios más de un 60% de la población ha tenido mal aliento o halitosis en algún momento de su vida, pero que es el mal aliento como solucionarlo.
En adultos este mal aliento puede llegar a generarnos desconfianza en nosotros mismos y problemas de baja autoestima y a veces nos puede costar consultar a un profesional por vergüenza.
El mal aliento o halitosis puede tener sus orígenes en la boca (que suele ocurrir en el 60% de los casos) o origen extra oral (tubo digestivo, aparato respiratorio, sistémico…).
También puede ser fisiológica, como el mal aliento matutino o de tipo patológica, causada por ejemplo por hongos bucales, y que sí necesita tratamiento.
Para evitar el mal aliento lo mejor es la prevención. Si sufrimos halitosis patológica no existe forma de prevenirla sino que directamente debemos tratarla. Si nuestro mal aliento es causado por aspectos fisiológicos podemos seguir los siguientes consejos:
- Comer cada 4 horas
- Evitar comidas pesadas de olor fuerte o con muchos condimentos así como las dietas hipocalóricas o hiperproteicas
- No fumar ni beber bebidas alcohólicas
- Beber 1 litro y medio de agua al día: la sequedad bucal o la baja producción de saliva ayudar a que las bacterias proliferen.
- Evitar la respiración bucal
- Tener buenos hábitos de higiene oral: cepillado, uso de hilo o cepillos interproximales y limpieza de lengua.
Tenemos que tener en cuenta que existen remedios que pueden hacer que el mal aliento desaparezca de manera temporal, como el consumo de chicles o de caramelos mentolados, sin embargo para erradicar el problema debemos poner un remedio definitivo teniendo en cuenta que es lo que genera el problema.
Acudir a la consulta del dentista de manera regular nos puede ayudar a determinar si el problema que sufrimos viene dado por un problema de encías o de sequedad bucal.
Existen ocasiones en que el mal aliento es un efecto secundario de a infecciones en senos paranasales o pulmones, diabetes, enfermedades hepáticas o renales. En estos casos debemos visitar a un médico de cabecera una vez nuestro odontólogo haya descartado que el problema no es bucal.
Debemos tener en cuenta que la mayoría de bacterias de la boca que producen mal aliento se concentran en la lengua.
