Nuestro cuerpo va cambiando durante el paso de los años y es importante cuidar diferente los dientes en las distintas etapas por las que pasamos.
Cuando llegamos a la adolescencia es importante coger buenos hábitos:
- Limpieza dental constante: después de cada comida, cepillado y uso del hilo dental.
- Revisiones periódicas: visitar al dentista frecuentemente para hacer chequeos.
- Control de las patologías: no esperar a que algo duela.
Los problemas que más afectan a las bocas adolescentes son las caries, la inflamación de las encías o gingivitis causadas por una mala higiene y la malposición o apiñamiento de los dientes.
Las soluciones a estos problemas son adquirir un buen hábito de limpieza y asistir a revisiones para, en caso de caries, tratar los problemas a tiempo y tener la boca saneada.
En caso de apiñamiento la ortodoncia es la solución estrella. Los brackets o el nuevo sistema estético Invisalign nos ayudaran a colocar los dientes en su sitio y evitar posibles problemas masticatorios en el futuro.
Una buena prevención es la mejor solución.
En el caso de los adultos la enfermedad más común es la periodontitisconocida también como piorrea. Consiste en un acumulo de bacterias que destruye los tejidos que sujetan nuestros dientes.
Para prevenirla es importante el cepillado frecuente además del uso de hilo dental o de los cepillos interproximales para evitar que los restos de comida queden empaquetados entre nuestros dientes.
En la edad adulta también puede aparecer el bruxismo o hábito de apretar por causas como el estrés que se corrige usando un aparato de bruxismo o férula de descarga.
Cuando llegamos a la tercera edad es frecuente la pérdida de dientes por falta de cuidados en la vida adulta que se puede solventar de manera fácil con la colocación de implantes.
También es frecuente que, debido a la medicación, notemos la boca más seca o xerostomía que puede conllevar a la aparición de yagas y heridas o a que proliferen las bacterias y aparezcan caries dentales.
En caso de llevar una prótesis debemos limpiarla tan a menudo como limpiamos nuestros dientes naturales y quitarla para dormir para ayudar a que nuestras encías descansen.
Seguir todos estos pequeños consejos nos ayudará a cuidar de nuestra sonrisa a lo largo de nuestra vida.
