La caries es una de las patologías más frecuentes que afecta a nuestro cuerpo, pero sabemos que provoca caries. Altera nuestros dientes empezando en la capa más superficial, el esmalte, y llegando a la capa que produce dolor o sensibilidad, la dentina.

La principal causa de la aparición de la caries es el acumulo de placa que es un conjunto de bacterias que se acumula en la superficie de los dientes y que se genera al dejar restos de comida, mayormente de azúcares.

Al comer o beber producimos unos ácidos que alteran la capa que ocupa la placa produciendo la erosión de los dientes.

Tras la ingesta es imprescindible cepillarnos los dientes para evitar que se acumule comida y se forme placa.

Cuando la placa (que es blanda y pegajosa) se endurece pasa a ser sarro, una capa más dura y difícil de limpiar. La mejor solución para eliminar el sarro es la higiene dental en clínica.

Por culpa de la placa se hacen pequeños agujeritos en el esmalte. Cuando las abrasiones pasan del esmalte a la dentina decimos que la caries está en estado avanzado y es importante tratarla en cuanto antes.

La dentina comunica a través de unos túbulos llamados “túbulos dentinarios” con el nervio del diente. Es por esto que cuando la caries llega a la dentina empezamos a sentir dolor o sensibilidad.

En dientes con encías retraídas por pérdida de hueso o por traumatismo el cuello (zona del diente que debería estar bajo la encía y que no está protegida por el esmalte) queda expuesto y está más predispuesto a sufrir caries.

Según nuestros dientes (forma, textura, maduración del esmalte…) seremos más o menos propensos a sufrir caries. Es importante que, independientemente de las condiciones de nuestros dientes, nos cepillemos meticulosamente.

La salivación también es importante y la falta de ella puede ser una de las causas de las caries. Nuestra saliva ayuda a proteger a los dientes. Cuanta menos saliva tengamos más desprotegidos estarán nuestros dientes de sufrir caries.

Es posible que por ciertas enfermedades o medicaciones disminuya nuestra cantidad de saliva. Existen diferentes productos que nos ayudarán a producir saliva para proteger a nuestros dientes.

Es importante también cuidar nuestra dieta. Una dieta rica en azúcar e hidratos de carbono favorecerá la aparición de caries.

Otras enfermedades o problemas en nuestro cuerpo pueden favorecer la aparición de caries. El ardor de estómago o el reflujo que este provoca desgasta el esmalte y favorece la abrasión. En piezas en las que el esmalte está desgastado es más fácil que aparezca una caries y avance más rápidamente hacía la dentina.

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